Había una vez, un señor llamado Zapatero que tenía un amiguito que se llamaba Obama. Como ambos vivían a muchos kilómetros de distancia, un día el señor Obama llamó a su amigo y le invitó a pasar unos días en su casa, para compartir cosillas y hablar un poco de como arreglar el mundo... El señor Zapatero, al recibir, la noticia, se puso muy contento, y avisó a su mujer y a sus dos hijas para que lo acompañasen... Y entonces se armó la gorda...
El gran drama se desató porque las hijas del presidente de España se presentaron a la recepción vestidas como les salió de los cojones, porque seguramente las dos pivas, están hasta las pelotas de tener que aparentar lo que no son, o porque simplemente no les dio la gana de cambiar nada de sus vidas para el evento... El caso es que las nenas quisieron darle el mismo trato al presidente de los Estados Unidos de América, que a usted o a mí, o al mísmisimo Torrebruno si levantase la cabeza ... Y ole sus huevos, ole su normalidad, porque ahí están, las dos plantadas ante el jefazo del mundo mundial tal y como son, sin camisitas ni canesús, sin piedras al cuello y sin fachada que tirar, más contentas que dos castañuelas posando para la foto como cualquier hijo de vecino, de la forma más sencilla que existe.
Por supuesto, como en este país somos los primeros en jodernos vivos unos a otros, no ha faltado tiempo para que las críticas les lluevan hasta la saciedad, y los entendidos del protocolo y cánones de belleza se hayan echado las manos a la cabeza y a grito pelado las hayan acusado casi de herejía... Y yo me pregunto... Qué pasa si las tías son góticas o van con pulseras? Y qué pasa si llevan botas? Qué pasa si no son la belleza personificada? eh? Qué pasa?... Pues lo que pasa es que somos tan sumamente gilipollas que en vez de defender la libertad, nos llenamos la boca de bilis aplastando al que intenta hacerse un hueco sin perder su identidad, lo que pasa es que somos unos putos hipócritas que nos jactamos de las pobres chiquillas porque cuatro estúpidos han levantado la liebre... Lo que pasa es que aquí, mal que nos pese, siempre hay voluntarios para despellejar vivo al vecino y luego bailar sobre su tumba con la lengua llena de razón.
Y mira tú, ya lo decía Plauto en su Asinaria... homo homini lupus .
Manda carallo.
Por cierto, a todos los que sean tan listos y entre líneas vean mi escrito como una cuestión política, aparte de un saludito estaré encantada de hacerles llegar un cordial corte de mangas.
El gran drama se desató porque las hijas del presidente de España se presentaron a la recepción vestidas como les salió de los cojones, porque seguramente las dos pivas, están hasta las pelotas de tener que aparentar lo que no son, o porque simplemente no les dio la gana de cambiar nada de sus vidas para el evento... El caso es que las nenas quisieron darle el mismo trato al presidente de los Estados Unidos de América, que a usted o a mí, o al mísmisimo Torrebruno si levantase la cabeza ... Y ole sus huevos, ole su normalidad, porque ahí están, las dos plantadas ante el jefazo del mundo mundial tal y como son, sin camisitas ni canesús, sin piedras al cuello y sin fachada que tirar, más contentas que dos castañuelas posando para la foto como cualquier hijo de vecino, de la forma más sencilla que existe.
Por supuesto, como en este país somos los primeros en jodernos vivos unos a otros, no ha faltado tiempo para que las críticas les lluevan hasta la saciedad, y los entendidos del protocolo y cánones de belleza se hayan echado las manos a la cabeza y a grito pelado las hayan acusado casi de herejía... Y yo me pregunto... Qué pasa si las tías son góticas o van con pulseras? Y qué pasa si llevan botas? Qué pasa si no son la belleza personificada? eh? Qué pasa?... Pues lo que pasa es que somos tan sumamente gilipollas que en vez de defender la libertad, nos llenamos la boca de bilis aplastando al que intenta hacerse un hueco sin perder su identidad, lo que pasa es que somos unos putos hipócritas que nos jactamos de las pobres chiquillas porque cuatro estúpidos han levantado la liebre... Lo que pasa es que aquí, mal que nos pese, siempre hay voluntarios para despellejar vivo al vecino y luego bailar sobre su tumba con la lengua llena de razón.
Y mira tú, ya lo decía Plauto en su Asinaria... homo homini lupus .
Manda carallo.
Por cierto, a todos los que sean tan listos y entre líneas vean mi escrito como una cuestión política, aparte de un saludito estaré encantada de hacerles llegar un cordial corte de mangas.