26.5.09

EL FIN


Él levantó la vista y la vio alejándose paso a paso, sabía que sólo tenía que llamarla, tan sólo bastaba cogerle la mano y ella se daría la vuelta para correr a su lado… La veía tan pequeña, tan poca cosa, tan llena de tristeza que estaba seguro de que no duraría mucho ahí fuera, sin sus brazos en los que asirse para mantenerse a flote. Ella era así ,pensó, siempre agarrada para no hundirse, siempre respirando a la mitad, toda la vida tambaleándose con un pie sobre el abismo que la perseguía…Cuántas noches aquellos ojos tristes de niña le habían pedido que se quedase, que la abrazase fuerte para poder dormir…Sólo tenía que llamarla, y ella volvería…. Sintió una pequeña punzada en el pecho, y por un instante dudó de que estuviese haciendo lo correcto dejándola ir tan lejos, ya casi no la veía…

Los recuerdos pidieron paso, y sin apenas darse cuenta empezaron a agolparse en su sien… Recordó los besos infinitos, recordó la pasión con la que la amaba, su sonrisa infantil, su cuerpo prohibitivo, aquella preciosa melena…Sólo tenía que llamarla… Vagamente también recordó los enfados, la primera vez que le pegó, cómo a veces ella le quitaba de quicio… Los secretos de medianoche, hacerle el amor, un labio sangrando, aquel paseo por la playa… Sólo tenía que llamarla... y ella volvería corriendo…

Y entonces algo empezó a crecer dentro de si, sintió cómo una pizca de pánico se adentraba en su corazón y casi como un susurro de su garganta… pronuncio su nombre… Al principio muy bajito, prácticamente sin sonido, y poco a poco con más intensidad y más autoridad. La voz se iba elevando mientras ella se alejaba sin volverse… no me oye, pensó, y comenzó a gritarle y a caminar… a gritar y a correr hacía ella con los brazos levantados para que se girase… no me oye, no me oye!!!!…Y aquel grito se convirtió en aullido, el aullido en un ruido atroz que daba miedo…y el miedo... el miedo en lo único que empujaba las piernas de ella escapando… del paso a la carrera… de la carrera al vuelo…Y ella también recordó… recordó que aquello no era vivir, que hacía demasiado tiempo que no notaba la brisa a sus mejillas, recordó que podía apretar los puños, que hasta aquí había llegado…

Y a medida que se alejaba, el miedo tornó en valor, y de aquel valor nació el coraje que la acompañaría el resto de su vida… el mismo que le permitió, con lágrimas en los ojos y casi sin respiración, vislumbrarlo por última vez en la lejanía… desesperado y ciego de ira, buscándola entre la gente del mismo modo que un depredador busca a su presa perdida.

5 comentarios:

mortfan dijo...

Clap, clap, clap (aplausos mil)
Me ha encantado. Es precioso, en serio. Muy bien expresado. Enhorabuena.

Chusa dijo...

No te puedes ni imaginar cuánto agradezco hoy tu comentario.Un bico.

mortfan dijo...

Pues no lo sé, pero estoy encantada de ayudarte a sentirte mejor aunque sea con un comentario casual. Un besote.

Martín Rendo dijo...

Joer Est... emmm Chusa perdón..ejejej me estás asustando... que coño te han dado en las vacaciones... estás más inspirada que nunca no=????? estos dos últimos relatos son brutales... !!!

mierda, me voy a hacer fotos YA... me carga las pilas comer caramelos azules!!!!!

Chusa dijo...

Gracias Martín, lo bueno de estos caramelos es q no engordan y no dan indigestión... creo, jaja.
Haz muuuuchas fotos bonitas cómo sólo tu sabes. muakkk