3.12.08

EL TUPPERSEX

Queridos lectores, les hago partícipes de un nuevo descubrimiento que he practicado este fin de semana… una reunión de tuppersex… menudo invento!!
Para los incultos e ignorantes como yo, les explicaré que dicha práctica consiste en juntarte en casa de una coleguita, unas ocho o doce chicas, y recibir en el salón a una tía que viene llena de maletas. Dicho así parecería una demostración de la Thermo-mix, si no fuese porque la mujer esta, trae en las bolsas todo tipo de juguetes eróticos que se encuentran en el mercado actualmente y te los vende al final de la exposición a un módico precio.
He de confesarles que hasta el día de hoy, yo me consideraba una experta en el arte amatorio y todo lo que conllevaba dicho tema, pero tras esta reunión me he dado cuenta de que mi conocimiento es absolutamente nulo, digo nulo porque no se me ocurre otra palabra mejor para describir mi… –ni-zorra-idea-
El caso es que nosotras contactamos por Internet con la empresa que lleva este tipo de tinglados, esta tiene una serie de delegadas por España adelante y que son las que vienen a tu casa a enseñarte los aparatitos, y nosotras, como jóvenes abiertas de mente y mujeres modernas, no dudamos ni un segundo en contratar el servicio.
Tuvimos la genial idea de decirle a la tía que viniese después de la cena, con lo cual cuando la buena de la mujer llegó, a nosotras ya nos estaba empezando a afectar el vino que nos habíamos chimpado, y les aseguro que la sensación de encontrarte toda rodeada de tus amigas, media piripi y en medio de un millón de vibradores por todas partes, es por lo menos… curiosa.

Lo primero que nos enseñó fueron un millón de aceites para masaje, polvos para el cuerpo, barras de labios y liquiditos para embadurnarte entera; los había de sabores, de olores, con colores… de todo!! Para satisfacer nuestra gran curiosidad acabamos todas remangadas untándonos la potingada… que digo yo, que una sola debe ser súper sensual, pero cuando te has echado cuatro o cinco capas de distintas cosas, la mezcla puede ser como para caerte de culo. Yo miraba para mis amigas y veía a unas todas brillantes del aceite, otras pálidas de la cantidad de polvos que se habían echado, otras con los morros todos pintarrajeados… vamos, que parecíamos una versión joven de las Supremas de Móstoles.

Luego llegó el turno de la colonia de feromonas, una colonia que según nos dijeron, provocaba que todo macho que se cruzase en tu camino cayese rendido a tus pies… ni que decir tiene que casi la acabamos mientras nuestra mente loca pensaba en la pedazo de noche que íbamos a tener después, cuando saliésemos de marcha por la cuidad y se nos acercase un tío… ahora lo pienso y creo que con todo lo que llevábamos encima, caer seguro que caía… pero caía inconsciente del colocón que se podía pillar al olernos.

La cosa ya iba tomando color, y a continuación fuimos viendo un millón de artilugios curiosos como esponjas que vibraban, patitos de goma, velas de todo tipo, plumeros eróticos, fustas… y con esto llegamos al mundo de las esposas. Cuando la tía empezó a sacar las esposas de la maleta, y a pasárnoslas, todas tuvimos la genial idea de encadenarnos a lo primero que pillamos… Yo me esposé a la pata de la mesa, otra al brazo de la que tenía al lado, otra a la manilla de la puerta, otra a su propia pierna… y a medida que íbamos encadenándonos a cosas absurdas nos íbamos llamando para que el resto apreciase el grandioso momento de gloria de cada una… la delegada nos miraba con una cara… y no me extraña!! Imagínense que por una casualidad nefasta de la vida, la mujer esta, se hubiese dejado las llaves de las esposas en su casa, y que tuviese que venir alguien a rescatarnos y que cuando entrase en casa se encuentra a ocho tías esposadas, oliendo a pachuli y todas rodeadas de vibradores y fustas… buff… mejor no pensarlo.
Una vez que conseguimos desatarnos empezó el tema de las bolas chinas. Yo siempre pesé que las bolas chinas eran pequeñas, como canicas o de un tamaño parecido… Pues yo no se si es que esta empresa trabaja sólo con tallas XL, o si todas son así, pero les juro que aquello en vez de bolas chinas, eran albaricoques chinos… la repanocha.

Llegado este punto, la tía debió de considerar que ya estábamos bastante metidas en materia y empezó a sacar los vibradores… joder con los vibradores!! He llegado a la conclusión de que en el mundo del erotismo debe de trabajar la gente con más imaginación del mundo y mucho tiempo libre… porque aquella mujer nos enseñaba cada cosa… Les diré que por mis manos pasaron aparatejos grandes, pequeños y muuuy grandes. Con luces, con música, con distintas velocidades, con radio, con torsión, con mando a distancia, con accesorios, de colores, de todas las formas existentes, blanditos, duros, en set de viaje… dios mío!! Si hay más tipos de vibradores que marcas de coches!! Al final habíamos visto ya tantas cosas, que las mezclábamos… Cuánto cuestan las esposas vibradoras?? Y las fustas chinas con aceite??... Un mundo, créanme, un mundo nuevo.

Así que ya saben, si quieren pasar un rato divertido con sus amigos no lo duden y organicen una reunión de estas, mis amigas y yo desde aquí se lo recomendamos a todo el mundo, eso si, lleven dinero… porque al final, siempre se compra más de lo que uno pensaba… y les diré un secreto, amigos, aquella noche, a alguna le funcionó la colonia… y les juro que no tengo comisión. Jiji.

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